El flamenco es una expresión artística que engloba una gran diversidad de estilos. Hay que tener en cuenta, que el flamenco, es mucho más que un estilo musical, puesto que es una forma de vida, una manifestación de sentimientos como la alegría, el dolor, lamento, orgullo o el amor.
En su raíz, encontramos los conocidos cantes antiguos del flamenco, también llamados cantes primitivos o troncos del flamenco, y de éstos nacieron, los demás estilos que se conocen.
Hemos intentado, hacer en este post un esquema completo de los cantes antiguos del flamenco, aunque es algo complejo de esquematizar debido a la riqueza, diversidad y evolución constante de este arte. Con este esquema, es más sencillo comprender mejor las raíces del flamenco y su posterior desarrollo estilístico a lo largo del tiempo.
¿Qué son los cantes antiguos del flamenco?
Los cantes antiguos del flamenco, son los cantes predecesores de esta expresión artística y que fueron surgiendo en Andalucía durante los siglos XVIII y XIX. Se podía decir que son la base expresiva y emocional del flamenco y se fueron transmitiendo generación tras generación de forma oral, es decir, las diferentes generaciones los fueron aprendiendo a base de escucharlos. No había registros escritos ni partituras.
Normalmente, estos cantes antiguos reflejan la vida, sufrimiento y cultura del pueblo andaluz, sobre todo del pueblo gitano. Lo más icónico del flamenco, es que es una mezcla de diversas culturas como las moriscas, sefardíes y castellanas.
Estos cantes no tenían acompañando instrumental ni baile, ya que eran expresiones vocales puras, muy emotivas.
Por lo tanto, podemos decir que los antes antiguos del flamenco se caracterizan por:
- No tener acompañamiento musical en sus orígenes (como por ejemplos las guitarras).
- Letras cortas, directas y sencillas pero con una gran carga emocional.
- Estética austera, basada en la emoción y el ritmo (compás), no en el adorno.
Tipos de cantes antiguos del flamenco
Romances
Son una de las formas más antiguas del cante flamenco. Derivan de los romances tradicionales castellanos, transmitidos oralmente durante siglos.
Conservan estructuras narrativas y son considerados precursores de muchos estilos flamencos posteriores.
Tonás
Junto con los martinetes y las carceleras, forman parte del grupo de cantes sin guitarra (a palo seco). Son profundamente jondos y se asocian a ambientes íntimos, muchas veces relacionados con la forja, el trabajo o el encierro. Expresan sufrimiento, soledad y fatalismo.
Saetas
Cantes religiosos que se interpretan, sobre todo, durante la Semana Santa andaluza. Aunque tienen raíces populares, la saeta flamenca adoptó una forma más libre y emotiva, cercana a la estética jonda, influenciada por los estilos flamencos primitivos.
Temporeras
Están ligadas a las faenas del campo, especialmente las temporeras del aceite y la vendimia. Se cantaban de forma espontánea durante las jornadas de trabajo, y aunque no tan conocidas como otros estilos, poseen un fuerte valor etnográfico y musical.
La Caña
Considerada uno de los estilos más antiguos del cante flamenco, mezcla elementos melódicos y rítmicos que han influido en la creación de otros palos flamencos.
Su estructura está emparentada con la soleá y la seguiriya, pero posee características únicas.
Derivaciones y evolución
A partir de estos cantes primitivos, se fueron desarrollando otros estilos flamencos más estructurados y definidos, algunos con acompañamiento de guitarra y adaptados al baile.
El cante flamenco evolucionó gracias al mestizaje cultural, la influencia de otras músicas populares y la creatividad de los intérpretes a lo largo del tiempo.
Los cantes derivados mantienen ecos de su origen primitivo, pero también introducen novedades melódicas, rítmicas y temáticas.
La soleá, la seguiriya, la petenera, los tientos, y muchos estilos regionales como los fandangos, malagueñas o cantes de ida y vuelta, tienen en estos cantes primitivos su semilla inicial.
A partir de los cantes primitivos —como los romances, tonás, saetas, temporeras y la caña—, el flamenco fue creciendo y diversificándose, dando lugar a una gran variedad de estilos que reflejan distintas influencias, contextos sociales, regiones geográficas e incluso épocas históricas.
Estos cantes primitivos sentaron las bases expresivas, melódicas y estructurales sobre las que se construyó todo el edificio del cante flamenco.
De ellos podemos destacar varias líneas evolutivas que han dado lugar a diferentes grupos de cantes, que se clasifican tradicionalmente de la siguiente manera:
Cantes básicos o troncales
Los cantes básicos, también conocidos como troncos del flamenco, son aquellos que establecen las estructuras fundamentales del cante jondo. Derivan directamente de los cantes primitivos y poseen una gran profundidad expresiva.
Entre ellos destacan:
Soleares
Uno de los estilos más característicos del flamenco. De ritmo solemne y compás de 12 tiempos, representa la esencia del cante jondo. Su estructura ha influido en numerosos palos posteriores.
Seguiriyas
Consideradas el cante más trágico y profundo del flamenco. Su origen se encuentra en las tonás y martinetes, y su expresividad alcanza niveles muy intensos, transmitiendo dolor, pérdida y fatalismo.
Cantiñas
Alegres y rítmicas, son propias de Cádiz. Aunque con un carácter más festivo que las soleares y seguiriyas, también derivan de formas primitivas y han conservado una gran riqueza melódica.
Tangos
De compás binario y carácter rítmico, los tangos flamencos tienen un origen incierto, pero muestran raíces antiguas, posiblemente africanas o americanas, y su evolución ha sido constante. Son base de otros estilos más modernos como las rumbas y las bulerías.
Fandangos y sus derivados regionales
Otro gran grupo de cantes surge del fandango, una forma musical muy extendida por toda Andalucía que fue aflamencado con el tiempo. Destaca el fandango de Huelva aunque de éste derivan muchos estilos regionales, entre los que destacan:
Cantares de Málaga
Como las malagueñas y los verdiales, con melodías libres y ornamentadas. Reflejan la tradición musical de esta región y han sido adaptadas por grandes cantaores.
Granaínas
De gran belleza melódica y lirismo, son cantes libres que destacan por su dificultad vocal. Tienen raíces en el folclore granadino, aflamencado en el siglo XIX.
Cantes de Levante
Como la taranta, la minera o la cartagenera. Se originan en las zonas mineras de Murcia y Almería, y transmiten el duro trabajo del minero y la vida en esos entornos.
Cantes de ida y vuelta
Con la emigración y los intercambios culturales entre España y América, surgieron los cantes de ida y vuelta, que incorporan ritmos y estructuras de músicas americanas adaptadas al lenguaje flamenco:
Rumbas flamencas
Derivan de ritmos afrocaribeños, como la guaracha y la rumba cubana. Se adaptaron al flamenco con letras en español y un estilo más festivo, popularizado en el siglo XX.
También forman parte de este grupo otros estilos como la guajira, la milonga y la vidalita, que aunque menos populares que la rumba, muestran la riqueza del mestizaje entre los cantes andaluces y las músicas de ultramar.
Cantes de origen folklórico
Algunos estilos flamencos tienen su origen en formas tradicionales y populares del folclore andaluz y español, que luego fueron aflamencadas:
Sevillanas
Aunque no se consideran un cante jondo, las sevillanas son de los estilos más conocidos del repertorio popular. Proceden de antiguas seguidillas castellanas y fueron adaptadas al estilo andaluz.
Zambras
De origen morisco y gitano, son cantes asociados al baile, sobre todo en el Sacromonte granadino. Combina música, danza y ritual.
Peteneras
Estilo melancólico y de gran intensidad emocional. Su origen es incierto, pero algunos la vinculan con tradiciones sefardíes. Ha sido reinterpretado en el flamenco con gran expresividad.
También podemos englobar a las bamberas, campanilleros, villancicos, nanas, etc.
Fusiones flamencas contemporáneas
En las últimas décadas, el flamenco ha seguido evolucionando y ha entrado en contacto con otros géneros musicales contemporáneos.
Estas fusiones flamencas han contribuido a expandir su alcance internacional y a crear nuevas formas de expresión:
Flamenco y pop
Artistas como Rosario, Niña Pastori o El Barrio han mezclado el flamenco con estructuras y armonías del pop, haciéndolo más accesible a nuevos públicos.
Flamenco y rock
Desde los años 70, con grupos como Triana o Medina Azahara, se incorporaron guitarras eléctricas y sonidos del rock progresivo al universo flamenco.
Flamenco y jazz, flamenco chill, flamenco electrónico
Estas fusiones han dado lugar a propuestas innovadoras donde la improvisación, el ritmo y la experimentación sonora se funden con las formas del flamenco tradicional.
El flamenco es un arte vivo, en constante transformación, pero que nunca pierde el contacto con sus raíces.
Desde los cantes primitivos hasta las formas más modernas, todo el universo flamenco sigue girando en torno a una misma esencia: la expresión sincera de las emociones humanas a través del cante, el toque y el baile.